martes, noviembre 01, 2016

La vida misma entre dos libros

Pienso en todo lo que me ha pasado en mi vida desde la presentación de "Queerland" en septiembre de 2011. Pienso en los recambios de piel de esta serpiente que soy; pienso en las variaciones corporales, en el re-encontrarme conmigo mismx. Pienso en los amores, los que prosperaron y los que no, en los que ya no son; en los kilómetros recorridos: ómnibus, trenes, aviones a los cuales subí con esperanzas, deseos, sueños, con blues, con rock, siempre con poesía. Pienso en las pérdidas, gente que decidió irse, otres que se fueron por cansancio o porque ya habían hecho lo suyo en este plano. En las nuevas amistades, y en la gente que quedó en el camino porque es gente que no.

La escritura oficia de memoria y a la vez convoca a la memoria. Puedo recordar cuando y dónde y por qué escribí un poema, no todos, pero una gran mayoría. Puedo perderme en ese sentir, y aún sigue siendo intenso.

La salida de un libro nuevo, para mí, es oportunidad de celebración, de apuesta por lo creativo y por la vida. Hay tanto pero tanto que se pone al hacer un libro, hay tanto pero tanto en esa escritura de años…

Cuando a veces pienso que la vida me va quedando corta, ella misma me muestra que no hace más que expandirse, cubriendo todo con un brillo y colores especiales. Me palmea en el hombro y me dice por lo bajo: este es el camino, recordalo.

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